Un viaje a Portobello Road.
Un viaje a Portobello Road
Viernes , una semana difícil, con varios viajes, la casualidad, o no, me sitúa en un hotel en Nothing Hill.
Madrugo y tomo un te en la habitación del hotel mientras contesto emails y devuelvo llamadas pendientes del día anterior. Me quedan unas horas para ir al aeropuerto y decido ir a desayunar y dar un paseo por Portobello Road, hace tiempo que no iba y ya habia morriña del ambiente.
Esta vez he ido andando, disfrutando del barrio de Nothing Hill, sus casas, sus arboles, el ambiente de tranquilidad y paz que respira.
A medida que me acerco a Portobello se siente la actividad, bullicio, agradable al no ser el sabado que normalmente es impracticable.
Entro por la parte de arriba, las primeras tiendas son de antigüedades y ropa vintage, como en las películas estan empezando a abrir las tiendas, montando los tenderetes, empiezas a sentir ese ambiente de negocio/hobbie que siempre me ha gustado de esta calle.
hablan entre ellos, comentan que tal sera el día, se interesan por el día anterior, en definitiva es una familia que ha de entenderse en todo momento.
A medida que voy andando los olores del los bares hacen que vaya pensando en un buen desayuno en una terraza aprovechando la mañana tan agradable que tenemos.
Me paro en Duke of Wellington, me encanta el bar, sus colores, la barra y sobre todo la atencion del personal, como decía antes, es una mezcla se trabajo y felicidad en el.
Me tomo unos huevos Benedictine, clasicos, muy bien hechos y acompañados de un Earl Grey, el desayuno y el rato viendo montar las tiendas no tiene precio.
Ya es hora del gran momento de este paseo, ir a Books for Cooks, la librería obligatoria de los aficionados a la cocina, solo tiene libros de cocina, pero aun mas, tiene una cocina al fondo. Entras y comienzan sensaciones diferentes, olor a libros, olor al curry que estan haciendo, no sabes donde mirar, cada balda es un mundo , tiene libros de lo que nunca podrias imaginar que existiesen, muy dificil salir sin alguno en la mochila.difícil
Aun mas agradable es la sensacion al entrar y econtarte al dueño limpiando una bicicleta, le miro, le saludo y me responde” nice day to clean company car”, me rio y pienso que es la mejor respuesta que podia recibir.
Evidentemente empezamos a charlar y salta el comentario obvio por mi parte. Me sentaria en la mesa con una buena botella de vino y leeria libros toda la mañana, y la mas que respuesta evidente por su parte “you can do for free, but wine should be paid”
Quedamos en vernos otro día para una larga conversación sobre porque los aficionados a la cocina no nos gustan los libros electronicos.
Se va haciendo tarde y quiero pasar, aunque sea un momento, por el rincon Streetfood, 100 m de mezcla de olores, colores y sonidos, lastima que sea pronto para comer , al avion no espera.
De vuelta subiendo por la calle, veo un wine bar que no conocia, no puedo evitar entrar. Vuelvo a encotrarme un dueño apasionado por su trabajo, tienda y bar preciosos. Le comento que no tengo mucho tiempo, pero que me gustaría tomar algún vino que tuviera original, me ofrece un Malbec, fabuloso, perfecto de temperatura y sobre todo ,algo que me encanta, lo prueba el antes para cerciorarse de lo que va a servir es de su agrado, otra muy agradable experiencia ya terminando la mañana, una pena no poder comer en uno de los muchos restaurantes de la zona, otra vez sera.....